Esta semana he aprendido una nueva palabra: sororidad.
La escuché por primera vez en boca de Gemma Fillol en la presentación de la nueva edición de la Comunidad de mujeres emprendedoras Extraordinaria, a la que me he sumado. Lo cierto es que cuando la escuché no sabía que significaba.
Más tarde, preparando el Desayuno con Talento que celebramos esta semana, Mara Esteban me la volvió a nombrar. Entonces la busqué y vi que la RAE la había aceptado a finales de 2018. Es una palabra que viene del inglés sorority, que a su vez viene del latín sororitas, átis, que significa congregación de monjas. La Rae la define con amistad o afecto entre mujeres y relación de solidaridad entre mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento.
¡Ah! – me dije- nunca te irás a la cama sin saber algo nuevo.
Lo cierto es que lo nuevo era tan sólo la palabra, sororidad. El significado ya lo conocía, de hecho lo vengo aplicando, defendiendo y disfrutando en mi vida diaria.
Desde siempre con mis amigas. Las de toda la vida y las que he ido haciendo por el camino en las diferentes etapas de la vida.
Y también en el mundo del emprendimiento. Y es que desde que soy libertina he encontrado mucho apoyo en otras mujeres que están en mis mismas circunstancias. Ha sido muy enriquecedor tejer una red invisible con mujeres estupendas como Adriana (Costurilla Handmade), María (Se te va la olla), Rosa Ventura (La Palmera Rosa), Elena Pérez Jerónimo (Cocreandot), Mara Esteban (MaraEsteban), Fátima (Fátima Gómez Photography), Reichel (Ánfora Photography), Pilar (Pilar Cotter), Ingrid y Carlota ( Clínica Martínez Wallin), Bea (BeaNet), entre muchas otras. Una red informal de apoyo recíproco con la que siempre puedo contar cuando necesito algo y que me entienden porque están metidas en el lodo como yo.
Esta sororidad también está también detrás de nuestros encuentros de Desayunos con Talento, en los que se crean conexiones sanas y enriquecedoras entre las diferentes mujeres que participan.
Y es que las mujeres podemos llegar muy lejos cuando decidimos apoyarnos para crecer juntas. Porque el éxito de una mujer es el éxito de todas. Pero también podemos ponermos zancadillas muy grandes cuando no la practicamos y nos vemos como competencia o enemigas… Nos hacemos un flaco favor.
En la comunidad Extraordinaria se respira un ambiente muy positivo y de mucha apertura y colaboración. Esta semana se ha abierto el proceso para que las emprendedoras que ya han participado en otras ediciones «amadrinen» a las novatas. Se trata de que no nos sintamos perdidas en los encuentros que organicen y que podamos aprovechar al máximo las herramientas de la comunidad. A mi me ha amadrinado Flor Calveiro, copywriter y periodista argentina que vive en Barcelona. ¡Así que ya tengo madrina! También he conectado ya con otras canarias que están en la comunidad, así que la energía femenina ya está en movimiento. Siento que va a ser un año muy enriquecedor.
Así que con sororidad o sin ella, me sumo a la importancia del hermanamiento entre mujeres para que brillemos, para que nuestro talento salga a la luz y para que nuestra voz se oiga.
No se trata de una batalla contra nadie. Simplemente nos gusta hacer las cosas de otra manera: con razón y corazón a partes iguales.
Y tu, ¿conocías esta palabra?, ¿la practicas?, ¿qué te parece?
Gracias por haber llegado hasta aquí. Si te ha gusta este post, regálame un me gusta y si deseas seguir recibiendo mis publicaciones, subscríbete a mi lista y así no te perderás ninguna de mis novedades. ¡Prometo traer siempre un poco de inspiración y luz a tu buzón!
Y recuerda, ¡la vida es un viaje! Disfrutémosla cada día.
Hola Patrishia. Me ha gustado mucho este post. La colaboración entre mujeres es muy poderoso y enriquecedora. Un beso
Me gustaMe gusta
Ciertamente, juntas de la mano llegamos más lejos!
Me gustaMe gusta